Hércules, también conocido como Heracles en la mitología griega, es el héroe más famoso y venerado de la antigua Grecia. Su historia está llena de valentía, fuerza sobrehumana y hazañas legendarias. Hércules es conocido principalmente por los doce trabajos que le fueron impuestos como penitencia por su terrible crimen cometido bajo la influencia de la diosa Hera.
La historia de Hércules comienza con su nacimiento como hijo de Zeus, el rey de los dioses, y Alcmena, una mujer mortal. Hera, la esposa de Zeus y madre de los dioses, se puso celosa del niño y tramó un plan para destruirlo. Mientras Hércules aún era un bebé, Hera envió dos serpientes venenosas para matarlo en su cuna. Sin embargo, el pequeño Hércules mostró su increíble fuerza incluso en esa edad temprana y descubrió estrangulamiento a las serpientes.
A medida que Hércules crecía, su fuerza y valentía se hicieron cada vez más evidentes. Sin embargo, también luchó contra un lado oscuro impulsado por la locura enviada por Hera. En un ataque de ira, mató a su esposa ya sus hijos. Al darse cuenta del terrible acto que había cometido, Hércules buscó la redención y consultó al oráculo de Delfos para saber cómo podría expiar su crimen.
El oráculo le dijo a Hércules que debía servir al rey Euristeo de Micenas y cumplir diez tareas difíciles, conocido como los doce trabajos, como penitencia por sus acciones. Estos trabajos demostrarían su valía y lo purificarían de sus pecados.
El primer trabajo fue matar al león de Nemea, una bestia feroz que no podía ser herida por armas convencionales. Hércules percibió estrangular al león y usar su propia piel como protección. Para el segundo trabajo, debe matar a la Hidra de Lerna, una serpiente acuática con múltiples cabezas. Cada vez que Hércules cortaba una cabeza, dos nuevas crecían en su lugar. Finalmente, quemó los cuellos para evitar su regeneración.
En el tercer trabajo, Hércules capturó al jabalí de Erimanto, un animal salvaje que aterrorizó a la población local. Luego, debía atrapar a la cierva de Cerinea, un animal sagrado dedicado a la diosa Artemisa. Aunque la cierva era rápida y ágil, Hércules la persiguió durante un año hasta que finalmente descubrió atraparla.
Para el quinto trabajo, Hércules tenía que limpiar los establos de Augías, el rey de Élide, que habían estado acumulando estiércol durante años. Utilizando su ingenio, desvió el curso de dos ríos para que fluya a través de los establos y los limpiaran en un solo día.
El sexto trabajo fue enfrentarse a las aves del lago Estínfalo, unas criaturas con picos y garras afiladas que aterrorizaron a la población. Hércules obtuvo su arco y flechas para acabar con ellas.